domingo, 27 de enero de 2013

EL PAISAJE DE LAS MEDIANÍAS DEL SUR; “De Agache a Las Vegas ( Granadilla). De topónimos y datas, “ .- III









PAISAJE DE LAS MEDIANÍAS DEL SUR;  “De Agache a Las Vegas ( Granadilla). De topónimos y  datas“ .- III
De Agache al caserío de Las Vegas pasando por Arico o lo que es parecido, de víveres “ La Medida “  a “Víveres La Fuentita”, pasando por  “ Víveres Fabiola”. Recorrido general y luego recomendando varios pateos selectivos en los siguientes artículos, a saber;  Aguerche y El Bailadero,  Charcos del Obispo ( ya publicado),Bco. del Río por un recorrido alternativo, circular de las Vegas ,  acampada en el Risco del Muerto ,escalada y camino a Guajara  desde las Vegas.
  ===Se dice que pasado el Mirador de D Martín, empieza el sur y no le faltan razones a los que proclaman esta idea. La data  sobre repartimiento de tierras a nombre de  Juan Albertos Guiraldín  (foto 1), concedida por Alonso Fdez. de Lugo en 1557, despierta en nosotros el apetito por rastrear las huellas del pasado en estas tierras. En este documento, aparecen interesantes topónimos como la cueva de Arbenca.  Cuando nos adentramos por Pájara, la vista se nos va a Anocheza y su pino cargado de leyendas. Las famosas  “ventanas de Güímar”, que conocíamos hace tiempo se han puesto de moda. Ahora,  es frecuente ver a grupos subir por la loma de Altavista de Anocheza, pasar por la Vera de Clavijo, llegar al pinar y meterse por el canal. Antes,  nos llamaban locos. Es lo que tiene el cambio ,el tiempo y las modas.  Si no subimos hacia arriba, Pájara y  Marreras queda atrás. El bar de Teresa nos llena de nostalgia  con sus fotos  y nos evoca un  pasado no tan lejano. Nos encontramos en La Medida con “su” venta  . Y es que esto es una característica de toda esta zona. La presencia de la mujer en los pequeños negocios, ventas/ víveres que nos hablan del matriarcado y de la importancia de la mujer .¿ Será porque el hombre se dedica aquí a las tareas agrícolas?. ¿Porque la mujer tiene mayor longevidad?. No sabemos pero lo cierto es  que estos rasgos se repiten. De víveres    Medida   a víveres  Fabiola o víveres La Fuentita, pasando por el plantel de La Medida o la venta de Isabel  en El Escobonal. Otro rasgo común es el de los topónimos en la zona de Agache. Aquí, es frecuente tomar la carretera general como referencia; Chacona de Arriba  y de Abajo, Arrastradero  de…,Caseta de …En Lomo Mena, ,el Relleno de Arriba y de Abajo.  En el Escobonal,Vera de Arriba y de Abajo, etc. En estos pagos, entre Lomo Mena y Escobonal , está la avenida de los asientos y la calle Amea, referencia al antiguo tagoror cercano ( Tagoror de Amea). Por arriba, Aguerche y el Bailadero  y más adelante la emblemática Mta. Beñamo en el paraje Hoya del Tagoro a 390 mt. de altitud.El  cercano barranco de Herques nos  mete de lleno en el mundo guanche. Al atravesarlo por el camino real, cerca nos queda la cueva de las Calzadas (aconsejo la lectura de un libro en el que colaboré, “ La cueva de las mil momias”) y el “bucio” que poca gente conoce( lugar o cueva  para pasar de un sitio a otro). También cerca, las cazoletas del risco nos hablan de la huella aborigen antes de meternos en Lomo La Tose  y pisar la tierra de Fasnia (2). Aquí,  por arriba  tenemos Arese y Archifiras, es obligada la visita a varios barrios altos. La Zarza, que ya aparece mencionada desde la segunda mitad del siglo XVII, debe su nombre a la abundancia de  esta planta ( Rubus Ulmifolius) sobre todo en el Bco. de Gambuesa. Sabina Alta,  cuyo topónimo ( desde el siglo XVIII) se debe a que las primeras casas estuvieron cerca de un ejemplar de “juniperus”. Cerca de aquí, Fuente Nueva  y Cazadores. La Sombrera, en honor  a una mujer que se dedicaba a hacer sombreros .  El paso del tiempo  cambió el topónimo de Sombrerera a Sombrera. Topónimo documentado desde el siglo XVII.   Otros importantes como Cruz del Roque debido  a la existencia de una cruz donde fue asesinado un negro llamado Roque, esclavo y verdugo de los señores de Icor  o Valencia, por la presencia de un colono levantino. Pasado Arico, Cisnera, El Río y  Los Morales, ya nos encontramos con Icor (3). Vista del Valo , Lomo Centeno, etc, quedan por arriba, nucleos que señalamos en nuestra reseña  sobre los Charcos del Obispo. Pasamos víveres Fabiola y después de Azañada y Madre del Agua, subimos a El Bueno, ( ver reseña de Charcos del Obispo). Después,  por arriba de  Chimiche, visita obligada al caserío de Las Vegas (4) , una de las zonas origen del municipio de Granadilla, objeto de varios artículos posteriores.  Antes, podemos llegarnos hasta los Blanquitos y comprobar que si las papas con costillas de Casa Tomás están buenas o del Nervioso”, las de Casa León(5), no se quedan atrás a pesar de que tienen menos propaganda. Muchos recorridos y lugares de interés como la circular SL TF 242 ( ver reseña en blog de Fco. Fariña muy detallada),  la senda PR TF 83 y sus variantes, la 83,1 y  83,2. La circular es un paseo muy agradable que nos enseña hornos, eras, casas cuevas(6,7,8,), el molino para moler cereal y grandes vistas. La 83,1, es un gran recorrido que nos adentrará en zonas de escalada y parte alta de la isla  y que será objeto de una  posterior reseña , más amplia. La 83,2, es el camino que llaman “ La Corredera”, que une los caseríos de Las Vegas y Cruz de Tea  y que servía de antigua senda para comunicarlos. Acampamos bajo el Risco del Muerto(9). Soñamos con subir por esas grietas, meter nuestros deditos en esas fisuras,… Mañana seguimos hacia arriba. 

martes, 22 de enero de 2013

El paisaje de las medianías del sur; más fotos de la ruta por El Bueno- Chajaña-Charcos- Icor









Más fotos de  esta ruta. Huertas  y eras , canales  que dejan depositado el carbonato cálcico, cuartos  que sirven de refugio en los altos de Chajaña con sus eras . El caserío de Icor y una construcción que demuestra la belleza de la arquitectura tradicional canaria.

sábado, 19 de enero de 2013

El paisaje de las medianías del sur. ( 2 ) itinerario ;El Bueno-Chajaña-Charcos del Obispo-Icor


El paisaje de las medianías del sur. ( 2 )
 itinerario ;El Bueno-Chajaña-Charcos del Obispo-Icor
Siguiendo con los artículos sobre el sur, medianías y zona alta, propongo aquí,  además de una reseña hasta Arico de topónimos, lugares,etc. que estoy preparando,, un pateo bastante desconocido para el público en general. Se trata de llegar a los Charcos del Obispo desde el caserío de El Bueno, visitando este y su iglesia , el horno de cal  “El Buey” y desde ahí subir y llegar a las galerías de Los Sauces y Chajaña, visitando los Charcos  por un itinerario inédito que nos aproximará  a lo que es esta zona . Aquí incluyo una reseña ,y aunque no me agrada dar detalles en exceso porque me gusta que el viajero descubra por sí mismo otros itinerarios , pongo un plano de la ruta  para ayudar algo  ya que este recorrido es muy perdidizo en la parte alta. Lo realicé con variantes tras un pateo  anterior con el gran Tomás.  Aunque no de este recorrido en concreto, pero  de caminos  que llevan aquí se encuentran tal vez  en otras web, como la  de mis  amigos  Fco Fariña  ( con muchos detalles) o Ramón Hdez ( de fotos) , que nos darán una idea de la zona. 
 La mía, pasa por incentivar ( y  ayudar algo)  al que ama la naturaleza y disfruta , caminando y fundiéndose con ella. Datos , los justos, si no, los sentidos no trabajan y el alma no siente lo mismo. El pateo pasa por paisajes pelados, de monte abierto, de zonas de escobones, de espacios  colmeneros, de galerías , de  atarjeas con carbonato cálcico   a borbotones y de barrancos con enormes  pozas de agua.  Además , nos enseñará innumerables eras, caseríos  o casas antiguas. Todo, nos dará una idea de esta zona,  sol y nubes, frío y calor, paisaje y hombre, pasado y presente, historia y futuro. La idea que saco es que es un espacio donde el tiempo se ha detenido pero que lucha por salir adelante, por coger el paso,…pero no lo logra. Las huertas, unas atendidas y otras no,  las casas , unas  viejas y otras menos   a medio arreglar , el agua corriendo por las atarjeas , etc, así me  hacen pensar .
==Saliendo de El Bueno , tras visitar la coqueta iglesia( foto 1) a la que cada año llevan en peregrinación a  San Pancracio, subimos por la pista y tras pasar una hermosa era(foto 2) a escasos 15 minutos tenemos ante nuestros ojos el imponente horno de “El Buey”( fotos 2,3)a la altura del canal de agua. En él, se trataban  las piedras o trozos de carbonato cálcico que se daban como consecuencia de la   deposición en  el agua que brota de las galerías de esta zona y que corre por las atarjeas.  El proceso es el siguiente; esta agua , con gran cantidad de bicarbonato cálcico, al correr por las atarjeas  y al airearse, se transforma en carbonato cálcico que es tratado en los hornos al fuego de la leña, dando lugar a la cal seca que servirá luego para enalbegar paredes, etc. Por cierto, también en otros lugares cercanos  como en Los Roques de Fasnia, había un horno y se trataba las piedras de carbonato que se traían en este caso de Lanzarote y Fuerteventura. Estuvo  en uso hasta 1907. Del horno, y entre pinos, por la pista hacia arriba. Tras varios kilómetros, un desvío a la derecha nos ayudará a salvar un gran barranco. Nosotros , seguimos hasta la zona de colmenas. Más arriba, Los Picachos. Giramos a la derecha y buscamos  una era y una pequeña casa en ruinas  (4,)y tras un duro pateo por una loma hacia abajo y de frente, fuimos a buscar la galería de Los Sauces. Allí, subimos por su ladera y ya sin dificultad fuimos a la atarjea que nos lleva a la galería de Chajaña. En esta zona, la atarjea  y la ladera, nos deja ver claramente las deposiciones de carbonato cálcico(5). En esta galería, subiendo unos minutos, encontramos los charcos del Obispo(6,7,8), así llamados porque se cree que en ellos venía un clérigo a bañarse buscando el anonimato. Estamos por encima de los mil trecientos metros, el aire es limpio y seco y tras cinco horas de pateo,  hay hambre. Un bocata  y un vinito de la tierra nos dan fuerzas para iniciar la vuelta. La realizamos por la pista que baja(9). Después de una hora y cuarto , tras pasar por Los Jorges, Florida, Lomo Centeno  (10), vamos dejando atrás este paisaje de las medianías  y zona alta de Arico. Pasamos entre casas antiguas, huertas de gran tamaño bañadas de jable, entre cultivos de viñas y papas. La impresión a veces es que la gente de estos lugares han querido dominarlos, pero no han podido. Las casas, muchas veces , están sin terminar, muchas huertas abandonadas,… y todo con el agua a los lados. Parece paradójico pero así  es. Hay agua y mucha, las atarjeas te inundan con el ruido de su caudal. ¿Será que es agua de calidad inferior para cultivar?, no lo sé.  ¿Será culpa del despoblamiento tan nombrado de estos parajes? Tal vez. Pasado  Tabaqueros, Hoya Chico, Lomo Oliva , vemos La Sombrera y La Zarza   a la derecha. Después de  Morra Negra, llegamos a El Viso, ya próximo a la carretera general y al caserío de Icor. ==









                                                                                                                                  M. Alonso.-

sábado, 5 de enero de 2013

El paisaje de las medianías del sur; ese gran desconocido. (1)





          Muchas veces hablamos de estas islas como un microcosmos, como un pequeño mundo dentro de un todo. Tenemos endemismos en fauna y  flora,  relieves y rasgos geomorfológicos  variados  y diferentes, diferencias entre islas  y dentro de estas y todo un mundo con acusados matices que nos hacen más “valiosos” y apetecibles para los que vienen de fuera. Conocemos el significado de términos como microclima y alabamos esa diferencia de una vertiente a otra, incluso de un valle o barranco al otro más próximo. Hablamos de nuestra variada y  rica gastronomía, cultura, costumbres, etc. pero pocas veces caemos en la cuenta de nuestra riqueza en cuanto al “paisaje humanizado”, ese que se define como la unión del hombre con el paisaje, su influencia en él y la de este en el hombre, influencia en su tez,  en su  carácter , costumbres, vocabulario, en su manera de trabajar , ser y vivir. Porque ,  y sin caer de forma tremenda en el determinismo geográfico, esta corriente se ve de forma clara en las medianías del sur  de Tenerife. En otras islas, aun siendo los límites otros, también se da. Pensemos en Garafía, Gallegos,…Pensemos en la Dehesa y su diferencia con Frontera, en Haría o Magues y su contraste con Arrecife o Puerto del Carmen,…
            En Tenerife habría que ampliar el espacio  además a las zonas altas, a las que están más lejos  de lo que yo llamo la “extranjería en casa”, ese  límite inferior  que  marca la autopista y todo su mundo circundante. De ahí para abajo, un mundo como otros en tantos sitios. Por encima , un microcosmos de paisajes, historias, sentimientos  y tantas y tantas cosas.
            Expuesta la idea, delimitada y acotada en el espacio, toca desarrollar el tema. Y nada mejor que comenzar por el paisaje de jable  que jalona ese sur, ese que comienza una vez que pasas los túneles de Güímar y subes hacia arriba. O mejor, ese que se encuentra pasado el mirador de D Martín. Güímar , puerta hacia el sur. Se  nos brinda un paisaje como el de Abona ,Adeje, Guía, pero  incluso aquí encuentras diferencias. Sus gentes sienten y padecen igual, se ríen de la misma forma, pero tienen vocablos muchas veces diferentes para las mismas cosas, comen lo mismo, pero muchas veces de diferentes formas, todo en el fondo lo mismo pero diferente. Hasta la tierra la trabajan diferente, aquí guataca, allá azada, aquí zahorra, allá jable, aquí la papa se arrienda, allá se planta de forma diferente,( no hay muchas veces los clásicos surcos), etc.
        Caminando y pasando por esas casas adaptadas al medio, casas con muros blancos, gruesos, encalados,  casas con mil y una historias, que sirven de refugio para el frio del invierno y  los calores del verano, paseando por patios con viñas, esas que en verano dan frescura pero que en invierno al perder las parras las hojas , dan claridad a las habitaciones, viendo esos lavaderos y puentes, obras de ingeniería que resisten al tiempo, viendo esos chaplones para sentarse y ver pasar el viento…es difícil aguantar la tentación de “pararse”. De disfrutar de  ese tiempo que aquí corre diferente, a otro ritmo, un tiempo que te embriaga y “ te para”. Del senderismo clásico pasas a desear el vivir esos espacios , a sentirlos, a interiorizarlos y entonces dejas de lado los horarios , sueltas el bastón de caminar y te olvidas de verdad que estás a pocos kilómetros del mundo común. Descubres  secaderos de higos, hornos de tea ,… pero también sentimientos. Valgan estas fotografías como una pequeña muestra de lo que nos podemos encontrar. Representan el inicio y el casi final del recorrido que en varios artículos pretendo hacer  de  ese sur  que tanto queremos los que nos hemos criado  en él o  cerca de él.
                                                                        Manuel Alonso.-